La esencia de la Liberación Espiritual es la santificación. La presencia de espíritus demoniacos y maldiciones son efectos sintomáticos colaterales. Es necesario identificar y tratar las causas de las persecuciones espirituales de manera responsable: La memoria herida por las culpas; vergüenzas, abusos y traumas encubiertos; cadenas pecaminosas vigentes; pecados ocultos; iniquidades y heridas generacionales que influencian de manera específica a nuestra realidad; relaciones destrozadas, enemistades crónicas; traumas matrimoniales, ruptura de alianzas, crisis familiares entre otros.
el proceso de constatar los verdaderos síntomas malignos de; (comportamiento, sentimiento, pensamiento, enfermedades, bloqueos, etc.). Nuestro mapeo se realiza en la primera sesión a través de un diagnóstico sobre un previo cuestionario rellenado, enviado en la reserva de la cita.
inmensurable saldo negativo desgastando la capacidad moral y emocional de toda una generación. Personas explotadas, abandonadas, abusadas, traicionadas, frustradas, desprotegidas, golpeadas, maldecidas, que se tornarán víctimas de esta profecía escatológica. Personas deformadas en el alma que construirán una historia de relaciones destruidas.
carácter de obediencia en áreas donde teníamos una historia de pecados y derrotas; sin dudas, esta es la parte más trabajosa. El mayor desafío reside aquí, en la reeducación de la identidad (espiritual, sexual, vocacional, etc.) quitar el yeso del alma en relación con las estructuras y sofismas emocionales, morales, racionales, cambio de hábitos y abandono de adicciones, entre otros.
desde la raíz a profundizando en cada uno de los síntomas y o causas. Haciendo un trabajo de limpieza espiritual total. Reavivando mente, alma y espíritu con sentido único de plenitud. Resultados garantizados desde la primera sesión.